- Duración del viaje: 3 horas
- Dificultad: facil
- Porque nos gusta: Por la naturaleza incontaminada y sus torrentes entre Piobbico y Bacciardi, por el silencio de sus bosques
- Distancia: 5 km
- El monto total de la ganancia: 200 m
- Trayecto del viaje: Andando
- Coste: 0 €
- Nuestro consejo: Desde Bacciardi, nuestro destino, puedes volver a Piobbico o continuar para descubrir el Monte Nerone
Estamos en las Marcas, en el centro de Italia. Esta región tiene mucho que ofrecer, sobre todo a quien ama la naturaleza: entre montañas, sinuosas colinas y playas inolvidables existen numerosos parques nacionales y regionales. Los apasionados del trekking encontrarán innumerables senderos para descubrir; hoy te revelamos el increíbl Monte Nerone.
Salimos desde Piobbico, pueblo de la provincia de Pesaro Urbino. Surge en un valle, entre el Monte Nerone y el monte Montiego, y se baña en los ríos Biscubio y Candigliano. En este fascinante territorio ha habido asentamientos ya desde la prehistoria. También se encuentran testimonios de la era etrusca y romana, aunque la historia del pueblo se identifica principalmente con la de la familia de los Brancaleone. El castillo de los antiguos señores domina el tranquilo pueblo medieval.
Desde aquí comienza nuestra ruta. Atravesamos el puente sobre el río Candigliano para llegar a una plaza desde donde sale un pequeño sendero que va hacia la derecha, pasando sobre las casas. Continuamos a lo largo de la orilla izquierda del río hasta llegar a la carretera nacional.
Atravesamos el afluente por un pequeño puente mientras admiramos las increíbles paredes rocosas convertidas en destinos de escalada. Un sedero nos lleva hacia los restos del antiguo Eremo di S. Maria en Morimondo.
Desde aquí subimos hasta el bello torrente, pasando por numerosos pasos. El final del valle se caracteriza por las ruinas del molino Cesari. Aquí el sendero continúa en una prominencia rocosa; superamos el torrente Presale y tras pocos minutos nos alejamos del río para llegar al pueblo de Bacciardi. Entrar en esta localidad es como un viaje al pasado; aquí la vida tiene otro tiempo y dimensión y quien reina es el silencio. Para probar todo esto por completo te aconsejamos pararte a comer o pasar una noche en la hermosa Slowcanda, donde te relajarás, probarás productos locales y vivirás algunos días a merced de la tranquilidad, el silencio y la naturaleza.
Un sendero entre una naturaleza incontaminada entre el sonido del agua y el silencio de pequeños pueblos medievales.
Autor: Chiara Marras