Destinos atractivos, actividades de todo tipo e itinerarios que respetan la naturaleza: es fácil hacer unas vacaciones sostenibles en España. De hecho, la nación ibérica se presta perfectamente al turismo responsable y al respeto del medio ambiente. Solo ella tiene 53 reservas de biosfera únicas, un récord mundial. Cuenta con espacios naturales protegidos donde vivir experiencias inolvidables y 16 parques nacionales por descubrir en su totalidad, 4 de los cuales están incluidos en el Patrimonio Mundial de la UNESCO.
No solo eso, cuenta con casi 30 espacios naturales aprobados por el proyecto CETS, la Carta Europea de Turismo Sostenible, aprobado por la Comisión Europea. Disfruta de 15 geoparques con paisajes y patrimonios geológicos inimitables. Y destaca por una serie de itinerarios, senderos, ciclovías, festivales e iniciativas que apoyan una especial atención a la protección del medio ambiente y al desarrollo de la calidad de vida de sus residentes.
Como, por ejemplo, las rutas de la trashumancia, antiguos caminos que tradicionalmente transitaban los pastores cuando trasladaban su ganado. O las Vías Verdes, senderos inmersos en la naturaleza que recorren viajas líneas ferroviarias ahora en desuso. O también, los espacios starlight para hacer el astroturismo: pasar noches sugestivas observando cielos despejados y estrellados.
Definir unas vacaciones sostenibles
¿Cómo definimos unas vacaciones sostenibles? A la hora de elegir actividades turísticas respetuosas con el entorno natural, cultural y social. Cuando se cuidan los valores de una comunidad que se beneficia de la presencia del turista, cuando se produce un intercambio positivo de experiencias entre los habitantes locales y los visitantes.
¿Quieres sumergirte en una experiencia de viaje 100% eco-sostenible? Aquí te damos algunos consejos para hacer turismo con total respeto al medio ambiente, para disfrutar de una extraordinaria España naturalista de una manera más tranquila y consciente.
8 consejos para practicar en unas vacaciones sostenibles
Muchas ciudades españolas han adoptado iniciativas y políticas que abrazan normas para viajes lentos, con una apertura consciente a los espacios y a sus entornos. La nación ofrece muchas alternativas para descubrir la belleza de los lugares y las culturas locales, demostrando un gran compromiso con la sostenibilidad. Algunas ciudades son consideradas entre las más ecológicas de Europa. Un potente refuerzo para la transformación y la protección de los paisajes y de sus territorios en favor del turismo responsable.
1. Elegir un destino con bajo impacto ambiental
La elección del destino es fundamental para unas cuidadas vacaciones sostenibles. Así que bienvenido a las playas con bandera azul, las reservas naturales, los itinerarios cicloturísticos. A las certificaciones ecológicas en las estructuras, a todas las localidades que tengan títulos verdes o que se presten al descubrimiento y a la tutela del territorio natural. Apunta a rutas menos transitadas y áreas menos conocidas, especialmente en temporada alta para evitar el overtourism.
¿Quieres algunos ejemplos? La isla de Formentera, Canarias, Armería, el Parque Nacional de Doñana o Cataluña.
2. Hacer la maleta adecuada
Para un buen comienzo de vacaciones sostenibles, empieza por la lista de cosas para empacar. Si es posible no llenar demasiado la maleta, siempre es preferible y cómodo viajar ligero. Concéntrate en lo que realmente necesitas y minimízalo. Elige ropa en fibras naturales y presta atención a los productos de belleza. Se debe evitar que ingresen a los desagües del lugar de destino y que sean dañinos para el ecosistema.
3. Utilizar medios de transporte ecológicos
No hay mejor manera que visitar lugares a pie o en bicicleta. Son medios encantadores y saludables para saborear cada mínimo detalle, olor, color y forma y profundizar en cada matiz. Y cuando tienes que viajar a larga distancia, hay transporte público.
4. Ayudar a preservar el medio ambiente
No disperses los restos y materiales en los ambientes que visites. Recoge siempre tus residuos para evitar contaminar los espacios, ya sean las playas donde descansar o practicar deportes, las aguas de mares o ríos, los parques o la montaña. Siempre es desagradable encontrar colillas de cigarrillos en los prados o entre los granos de arena, trozos de plástico mientras nadas, caminas por senderos forestales u oler a podrido mientras pedaleas en campo abierto.
En las estructuras receptivas busca ahorrar agua y electricidad. Reutiliza las toallas y las sábanas y evita el desperdicio de papel.
5. Reciclar
Unas vacaciones sostenibles significa no olvidar seguir reciclando. Incluso cuando no encuentres los contenedores adecuados, no te preocupes, siempre puedes dejar a un lado tus desperdicios y continuar el viaje. En un segundo tiempo dividirás tus residuos en los recipientes de colores correspondientes: plástico, latas y brik en el amarillo, papel y cartón en el azul, vidrio en el verde; el orgánico en el marrón y el resto en el gris.
O puedes intentar darle nueva vida. Especialmente cuando tienes bolsas de plástico que tienen innumerables usos, así como con los frascos de vidrio.
6. Escoger estructuras eco-sostenibles
Alojar y comer en estructuras respetuosas con el medio ambiente que cedan el paso al papel o al cartón frente al plástico, que utilizan dispensadores, que adoptan una política de reciclaje adecuada y que reducen el impacto ambiental. Que promueven el consumo responsable de carne y pescado y que ofrecen productos orgánicos, frescos o de kilómetro cero porque disponen de huertos propios.
7. Regalar souvenir locales
Si estás pensando en comprar un regalo intenta comprar en pequeñas tiendas locales o por los artesanos ambulantes. Es la mejor manera de apoyar y respetar la economía local y de vivir de cerca una experiencia autóctona.
8. Adoptar un estilo de vida slow
Como garantía de naturalidad, seguridad, tradición y valor elige el turismo lento. Entendido como conciencia del tiempo y atención a lo que te rodea, en contraposición a las nuevas tecnologías y el frenesí de la vida cotidiana.
Que se traduce en relajación: intenta detenerte más en un lugar que te guste, incluso si no estaba en tus planes. No mires constantemente el reloj, deja de pensar en tu próxima actividad, pero observa lentamente la realidad de ese momento. Trata de conocer mejor la cultura y la tradición del lugar que has elegido. Dialoga con las personas que te rodean y disfruta de una dieta equilibrada, con atención en los detalles y en la calidad.
El truco es una fórmula simple: menos organización, más conocimiento; más tranquilidad, menos estrés.
Sentirás un vínculo fuerte e indisoluble con el ambiente, y los lugares que visites te dejarán una huella indeleble. Una forma de viajar responsable y minimalista, resguardada y con menor impacto en la Tierra.
¿Estás listo para abrirte con empatía y placer a una nueva forma de viajar? Elige unas vacaciones sostenibles, para apreciar plenamente el flujo natural del tiempo, para relajarte, para abrir tus sentidos al máximo y para disfrutar de una belleza natural incomparable.
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