El Camino de María (Mária Út en húngaro) es una antigua peregrinación que atraviesa siete países centroeuropeos, ofreciendo experiencias culturales, naturales, gastronómicas y religiosas únicas, así como un vistazo a las diferentes realidades de los pueblos que viven en las regiones que atraviesan. El camino se extiende en la parte este-oeste desde Mariazell en Austria hasta Csíksomlyó (Șumuleu Ciuc) en Transilvania, mientras que su ruta norte-sur conecta Częstochowa con Medjugorje: los dos ejes forman una cruz que abarca 8 regiones, a saber, Austria, Hungría, Rumania, Polonia, Eslovaquia, Croacia y Bosnia y Herzegovina.
Los orígenes del camino
El camino tiene orígenes lejanos: durante la Edad Media, era fundamental para los peregrinos, religiosos pero también gobernantes de Europa central, poder llegar a las principales rutas de peregrinación que conducían a Roma, Jerusalén y Santiago. Por tanto, para llegar a estos destinos sagrados era necesario seguir caminos que atravesaban el centro de Europa, tocando a menudo los lugares de enterramiento de reyes y reinas beatificados o canonizados. Además, el creciente culto a las reliquias dio lugar a nuevos centros de devoción, en los que los peregrinos podían beneficiarse de la hospitalidad de las órdenes religiosas. En este gran movimiento de fe, el culto a la Virgen María adquirió especial relevancia, sobre todo a partir del siglo XIV, dando lugar a nuevos caminos de peregrinación, todavía recorridos y hoy también redescubiertos como experiencias culturales.
Cuando ir
Es útil tener en cuenta que el clima de la Europa continental da lugar a inviernos fríos y veranos moderadamente calurosos. Aunque cualquier día del año puede haber una variación importante de temperatura y precipitaciones, la mejor época para salir es, por tanto, desde abril hasta finales de septiembre.
Cómo organizar el viaje
La Vía María es mil caminos en uno y existen infinitos caminos temáticos que el viajero puede elegir o combinar con extrema flexibilidad: se puede planificar un Camino por un solo país o una sola región, la peregrinación puede durar muchas semanas o pocos días, y también es posible seguir itinerarios circulares durante el día. Se puede hacer a pie, en bicicleta pero también a caballo, e incluso puedes decidir navegar en canoa por un tramo del Danubio para enriquecer el trayecto con una experiencia fascinante y única en la naturaleza. A lo largo de Mária Út, el peregrino podrá contar con asociaciones nacionales, con cientos de voluntarios, así como con proyectos internacionales específicos vinculados a itinerarios culturales: este es el caso del proyecto europeo rurAllure que mapea, destaca y valoriza el patrimonio rural a lo largo las principales rutas de peregrinación de toda Europa para ayudar a los peregrinos a personalizar mejor su experiencia de viaje, ofreciendo la posibilidad de descubrir puntos de interés inesperados en el camino con total autonomía. La aplicación incluso informa sobre eventos locales, para que los peregrinos puedan planificar su partida o llegada para momentos específicos de compartir.
Por qué elegir este camino
El sentido de comunidad que se siente al caminar, la inmersión en la naturaleza, el abandono de la rutina y el cansancio físico al final de cada etapa contribuyen a ver el mundo desde una nueva perspectiva. Quienes recorren el Camino de María tienen la oportunidad de conocerse mejor, además de los paisajes que atraviesan, también gracias al inmenso patrimonio religioso del camino y la acogida de estos pueblos, tan hospitalarios y orgullosos de su territorio.
Info: pagina web oficial Mária Út
Autores: El equipo de rurAllure WP7 y Simona Spinola, Especialista en Comunicación de EAVF (Asociación Europea de Vías Francígenas)