El hombre no es sólo razón. Una parte de nuestra inteligencia es la capacidad de reconocer y comprender las propias emociones y las de los demás, la capacidad de identificarse con otros y relacionarse con nosotros mismos y con los demás: es la inteligencia emocional. También llamado cociente emocional, nos ayuda a tomar decisiones, nos favorece en el lugar de trabajo, nos permite gestionar las emociones todos los días.
Nosotros, y no solo, pensamos que viajar es una de las mejores actividades para nutrir este aspecto tan importante de nosotros mismos, nuestra inteligencia emocional, permitiendo un mejor conocimiento de nosotros mismos y nuestras relaciones con los demás.
Cómo viajar desarrolla nuestra inteligencia emocional
Cualquiera que haya viajado sabe lo que estamos hablando. Viajar a un nuevo lugar, lejos del entorno familiar, también significa embarcarse en un viaje con nosotros mismos, experimentar cosas nuevas para aprender a conocernos unos a otros, entendiendo nuestras limitaciones y probando lo que nunca hubiéramos pensado.
Cada viaje es una aventura con su dosis de imprevisibilidad. Para responder mejor a las incógnitas del viaje necesitamos flexibilidad y tolerancia al estrés: aprender a adaptarse y afrontar las situaciones más complicadas. Siempre que nos perdemos en una ciudad extraña, cuando tratamos de comunicarnos en un idioma desconocido, cuando nos encontramos con retrasos y coincidencias en los medios de transporte, descubrimos nuevos recursos y aprendemos a lidiar con eventos inesperados y el estrés, controlando nuestras emociones negativas.
No hay viaje sin desencuentro: no hay mejor manera de romper barreras, de conocer y entender a los que son diferentes a nosotros, para darse cuenta de que las emociones son las mismas. Podemos ponernos en el lugar del otro, en sus pensamientos y sentimientos, mejorando así nuestra empatía y nuestras habilidades sociales.
Viajar no es sólo la exploración de nuevas tierras y conocer nuevas personas sino también mejorarnos a partir de la inteligencia emocional.