La lucha contra el cambio climático requiere la contribución de todos. Descubre 10 consejos útiles y prácticos para poner de tu parte cada día.
Los desastrosos efectos del cambio climático son cada vez más preocupantes. Recientemente se ha publicado un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de la ONU, principal organismo internacional de evaluación del cambio climático, con datos actualizados alarmantes.
Registra que los últimos cinco años han sido los más calurosos desde 1850 y que los niveles de CO2 en el aire son extremadamente altos. Esto contribuye al aumento de las temperaturas y a la aparición de graves incendios. Por no hablar, claro está, del deshielo de los glaciares, que está llevando a innumerables especies animales al borde de la extinción . Por no hablar de que la subida de los mares en los próximos años obligará a quienes viven en zonas costeras a trasladarse a otros lugares porque son inhabitables.
Todas estas consecuencias están inequívocamente relacionadas con las actividades humanas.
Sin embargo, según el informe, no todo está perdido. Si todos, naciones y ciudadanos, nos comprometiéramos y nos uniéramos, podríamos conseguir mucho y ayudar a frenar este preocupante fenómeno.
¿Qué podemos hacer cada día a nuestra manera para contribuir a frenar el cambio climático?
He aquí 10 consejos útiles y prácticos que podemos poner en práctica cada día.
1. Plantar nuevos árboles y preservar los bosques
Plantar nuevos árboles puede parecer un gesto casi trivial y obvio, pero es una acción muy significativa que puede contribuir enormemente a contrarrestar los efectos del cambio climático. Los árboles aportan numerosos beneficios: absorben CO2 y mejoran la calidad del aire, bajan las temperaturas, ayudan a mantener la biodiversidad y nos permiten tener un estilo de vida más sano y equilibrado. Por eso es tan importante no sólo no dañar los bosques, sino también, si tenemos la oportunidad, plantar tantos árboles como sea posible en nuestros jardines.
2. Proteger los océanos
Los océanos, al igual que los bosques, también contribuyen en gran medida a absorber el exceso de dióxido de carbono y a regular las temperaturas. Sin embargo, los océanos también están gravemente amenazados: las especies que los habitan están amenazadas por la pesca intensiva, y los océanos se utilizan a menudo como vertederos. En ellos se vierten basuras, aguas residuales y las infames islas de plástico. Aunque este problema parece enorme y nos sentimos impotentes, es esencial que cada uno ponga su granito de arena. Es importante no contaminar las playas, no tirar basura y contribuir activamente a su limpieza. También sería deseable reducir el consumo de pescado o preferir productos procedentes de pesquerías sostenibles.
3. Mejorar la eficiencia energética de las viviendas
Para limitar el consumo de energía en nuestros hogares, es importante hacer elecciones conscientes e inversiones que, aunque inicialmente sean caras, marcarán la diferencia a largo plazo, no sólo desde el punto de vista medioambiental, sino también económico. Se pueden instalar paneles solares para calentar el agua y paneles fotovoltaicos para obtener electricidad de forma limpia y autosuficiente. También es importante aislar las viviendas para no perder calor y reducir el derroche energético. En este sentido, hay que elegir bombillas LED de bajo consumo y no dejar los electrodomésticos en stand-by. También sería conveniente sustituir los electrodomésticos viejos y reparar las averías.
4. Optar por medios de transporte sostenibles
Los medios de transporte que utilizan combustibles fósiles para funcionar son los que más contribuyen al aumento de las temperaturas y al cambio climático en general. Por ello, sería conveniente optar por coches híbridos o eléctricos, utilizar el transporte público o, mejor aún, desplazarse a pie o en bicicleta. También sería aconsejable viajar en tren en lugar de en avión o barco.
5. Reducir el uso de plástico
Todos somos conscientes de que el plástico es un material muy contaminante que hay que evitar. Para ello, se podrían dejar de comprar productos envasados en plástico, como agua y alimentos, y preferir en su lugar productos a granel o envasados en materiales más sostenibles, como papel y vidrio. Para evitar comprar botellas de plástico, sería bueno tener una botella o cantimplora reutilizable para llevar siempre encima. Prohibir todos los productos desechables y los que ahora también están disponibles en materiales naturales, como los cepillos de dientes de bambú y los discos de algodón reutilizables.
6. Eliminar correctamente los residuos
Una de las reglas de oro para ayudar al medio ambiente y combatir el cambio climático es separar los residuos. En muchos municipios italianos ya está activa la recogida de residuos puerta a puerta, muy útil para ayudarnos a tener un estilo de vida más sostenible. En cualquier caso, es fundamental que sigamos esforzándonos aportando nuestro granito de arena, separando correctamente los residuos. Para quienes tengan un jardín, también es muy útil crear compost casero: además de dar una segunda vida a los residuos orgánicos, tus plantas se beneficiarán de ello.
7. Sigue las tres R: reciclar, reutilizar y reducir
Hoy en día estamos acostumbrados a comprar muchas cosas superfluas: ya sean objetos o ropa, los bajos precios que ofrecen las grandes superficies nos empujan a comprar incluso lo que no necesitamos. Esto es perjudicial para nuestro planeta porque se explotan los recursos de forma imprudente para producir bienes innecesarios que a veces ni siquiera se utilizan. Por ejemplo, está demostrado que la industria de la moda rápida es una de las más contaminantes. Por eso sería mejor limitar el consumo comprando sólo cosas duraderas que realmente necesitemos. Cuando un artículo se rompe, sería bueno intentar repararlo en lugar de apresurarse a comprar uno nuevo. Del mismo modo que sería bueno donar todos los objetos que ya no usamos en lugar de tirarlos. Dar una nueva vida a los objetos es una forma estupenda de ayudar a nuestro Planeta.
8. Invertir en fuentes de energía renovables
Foto de Karsten Würth en UnsplashLas energías renovables son grandes aliadas en la lucha contra el cambio climático. La energía solar, eólica, hidráulica y geotérmica no contaminan y son sostenibles, lo que significa que siempre están disponibles y que te beneficiarás de ellas en el futuro, a diferencia de los combustibles fósiles. Si aún no lo has hecho, deberías optar por un proveedor de energía 100% renovable.
9. La alimentación vegetal, aliada contra el cambio climático
La ganadería intensiva para la producción de carne, huevos y productos lácteos también contribuye al cambio climático. Lo ideal sería optar por una dieta vegana, pero si esta opción puede sonar demasiado radical, hay otras formas de mejorar nuestra alimentación en beneficio del planeta. Se podría limitar el consumo de carne, optando en su lugar por productos vegetales como frutas y verduras, cereales y legumbres. También es importante elegir productos de temporada, de cultivo ecológico y de kilómetro cero. Crear un huerto en el jardín es una gran idea para intentar adoptar una dieta más sana y sostenible.
10. Adoptar medidas ecológicas cada díaù
Por último, nunca está de más prestar atención a nuestras prácticas y hábitos cotidianos. Se necesita muy poco para marcar la diferencia a nuestra pequeña manera, por ejemplo apagando las luces cuando no se necesitan, tomando duchas cortas en lugar de baños, utilizando el agua de lluvia para regar las flores. Nuestros hábitos de consumo también pueden cambiar y ser más sostenibles: debemos optar por pequeños comercios locales, comprar artesanía e invertir en productos de calidad y duraderos.
Aunque el cambio climático nos asuste y nos sintamos impotentes ante un fenómeno que ya parece inevitable, es importante no perder la esperanza, seguir comprometiéndonos poniendo de nuestra parte y adoptar medidas que puedan marcar la diferencia.