Únete a nosotros en una impresionante caminata por el Parque Nacional del Pollino, el parque nacional más grande de Italia, con paisajes asombrosos, antiguos pinos loricatos y vistas inolvidables. Descubre la magia de la Serra di Crispo, el Jardín de los Dioses.
Así fue como descubrí Basilicata y su magnífico Parque Nacional del Pollino, el parque más grande de Italia. Se extiende entre Basilicata y Calabria, cubriendo casi 2000 hectáreas de senderos, gargantas, bosques, arroyos, acantilados, montañas, pueblos, castillos, monasterios y santuarios. Desde 2015, forma parte del patrimonio natural de la UNESCO.
Se trata de una vasta área montañosa formada por cinco picos, entre los más altos del sur de Italia, situados entre el mar Jónico y el mar Tirreno. Es un lugar ideal para practicar senderismo, trekking, vías ferratas, escalada, espeleología, caminatas con raquetas de nieve, rafting, barranquismo, esquí de fondo y ciclismo de montaña. Una región donde la naturaleza domina exuberante, llena de flora y fauna, así como de hierbas medicinales y aromáticas que crecen de forma silvestre en la zona.
¿Te gustaría seguirme en este camino hacia la cima, descubriendo los pinos loricatos a gran altura, rodeados de un paisaje legendario? ¡Vamos allá!
El sendero hacia la Serra di Crispo
Uno de los regalos más inesperados del tour fue el grupo de personas tan diverso y, desde el primer día, tan unido. Blogueros, diseñadores de viajes, operadores turísticos, creadores de contenido y fotógrafos, todos ellos extraordinarios compañeros de aventura en este espectacular sitio. Junto a nuestros guías profesionales, Leonardo Viceconte y Saverio Indio, siempre atentos y bien preparados, partimos desde el Refugio Pino Loricato, situado a 1.537 metros de altitud, un punto de partida popular al que también se puede llegar en vehículo 4×4.
Todos los senderos de la montaña están claramente señalizados, y la caminata hacia la Serra di Crispo es una ruta circular de aproximadamente 11 km, que se puede recorrer en unas 5 horas, dependiendo del ritmo, con un desnivel de entre 500 y 600 metros. No presenta dificultades significativas.
Con calzado de senderismo, mochilas, cantimploras de agua y ropa “en capas”, comenzamos la caminata. Durante el trayecto, nos encontramos con abetos blancos (Abies alba), arces, castaños y numerosos hayas que caracterizan el área. También vimos flores como la genciana y el ranúnculo. A medida que ascendíamos, cruzamos vastos pastizales de altura y avistamos caballos pastando. El bosque, en plena transición otoñal, estaba lleno de tonos rojos, amarillos y marrones, y el suelo se había convertido en un reino mágico de diversas especies de hongos, desde los deliciosos porcini hasta la peligrosa Amanita Muscaria (que no debe recolectarse ni consumirse porque es venenosa).
La magia en la cima
Al llegar a la cima, nuestros ojos se abrieron de par en par ante la impresionante vista. Desde una posición privilegiada, se puede ver el perfil de la costa jónica, desde Taranto hasta Sibari, e incluso el mar.
La cresta de Crispo es conocida como el “Jardín de los Dioses“, y no es difícil entender por qué. El ambiente envolvente y la paz que reina entre los gigantescos pinos loricatos parecen el hogar de alguna deidad mitológica. Este lugar fascinante alberga pinos loricatos centenarios, un símbolo del parque.
En la cima, aprovechamos para disfrutar de un pequeño refrigerio: los taralli lucanos, típicos de la región, inolvidables en su forma alargada, con un sabor ligero y crujiente, enriquecidos con semillas de hinojo, nos acompañaron en un brindis con vino, cortesía de Leonardo.
Su majestad, el pino loricato
No se puede hablar del Parque Nacional del Pollino sin mencionar a su perla: el pino loricato, el verdadero protagonista del lugar. Esta especie protegida, única en Italia, es considerada un fósil viviente debido a su capacidad para sobrevivir en ambientes hostiles. Puede alcanzar los 40 metros de altura y un diámetro de más de un metro, y su aspecto imponente es inconfundible.
Su nombre deriva de la corteza gruesa, de color gris ceniza, que recuerda a la lorica, la armadura de los antiguos romanos. Esta “coraza” le ha permitido resistir a las condiciones climáticas extremas y sobrevivir en altitudes elevadas, por encima de los hayedos. Hoy, el pino loricato no solo es el símbolo del parque, sino también un emblema de la región de Basilicata.
El Santuario de Maria Santissima del Pollino
Después de descender de la cresta, regresamos al Refugio Pino Loricato, justo a tiempo para evitar la lluvia que rápidamente reemplazó el cielo despejado y el cálido sol de la mañana. Aprovechamos para disfrutar de un delicioso almuerzo con especialidades locales que nos ayudó a reponer energías.
Más tarde, nos dirigimos al Santuario de Maria Santissima del Pollino, un lugar religioso que data de 1700, cuando la Virgen se apareció a un pastor. Cada año, entre julio y septiembre, la estatua de la Virgen del Pollino es llevada en procesión desde San Severino hasta el santuario, en medio de festividades que incluyen bailes, cantos y oraciones.
Cerca del santuario se encuentra la estatua de bronce de la Virgen, obra de la artista holandesa Daphné Du Barry, representada mientras ofrece al Niño hacia el valle. Desde allí, a pesar de las nubes, disfrutamos de una vista panorámica impresionante que abarca la Serra del Prete, la Serra de Viggianello y otras cimas.
Hasta pronto, Parque Nacional del Pollino
Pasamos un día lleno de emociones y belleza. Esta ruta por el corazón de Basilicata fue solo una muestra de las muchas oportunidades que ofrece el Parque Nacional del Pollino.
Visita tú también esta joya de Basilicata, auténtica y salvaje, apta para todo tipo de viajeros. No pierdas la oportunidad de vivir una experiencia verdadera en plena naturaleza, donde encontrarás paz, libertad y una energía inigualable.
¡Hasta pronto, Basilicata, estoy segura de que nos volveremos a ver!
Este trekking a la cima de la Serra Crispo fue organizado por Marmo Melandro Viaggi en colaboración con Viaggi del Milione, como parte del Educational Tour Basilicata Slow. Un evento que promueve el turismo lento y sostenible en la región, destacando su naturaleza, cultura, arte, gastronomía y tradiciones.
Imagen de portada: Parque del Pollino, foto de Vittorio de Santis.