Ilha da Tartaruga

Situada en el lago formado por el embalsado del río Chança, que forma en el sur del Alentejo la frontera con España. Este islote de un acre es el último puesto avanzado de Portugal.

El paisaje circundante está dominado por robles de hoja perenne. Cistus y lavanda cubren las colinas. Sorprendentes en primavera con sus abundantes flores, encantan el resto del año con el aroma de sus aceites aromáticos.

En la propia isla, los jardines cultivados orgánicamente ofrecen una rica oferta de frutas y verduras, deleitan con sus flores e invitan a detenerse a la sombra y observar las ranas sentadas en las hojas de loto...

La vida en la isla se trata de simplicidad, conciencia y gratitud. Se trata de vivir en armonía con y en la Naturaleza. Y se trata de encontrar la verdadera felicidad.

Los edificios son en su mayoría cabañas y caravanas o híbridos de ambos, adornados con mucho amor y madera.

Cubierto por una verdadera jungla de trepadoras en flor, en verano el lugar se siente como un oasis. Columpiándose en una hamaca bajo la pérgola de flores de la pasión, puede saborear el estilo de vida y el lujo de Tartarugia.

Importante: ¡Solo alquilamos pensión completa!
Por tres comidas vegetarianas al día cobramos 20€ por persona. Como desees, los platos también pueden ser veganos y/o sin gluten.

Como la vida transcurre mayoritariamente al aire libre, durante los meses de calor es el lago el que nos sirve de enorme bañera y tenemos un retrete seco en la parte trasera de la higuera, que da a los viejos olivos de la isla vecina.

Nuestro sistema solar es suficiente para cargar móviles y portátiles, permite escuchar música y tener luz.

Muchos visitantes se sorprenden al descubrir que fácilmente pueden disfrutar aquí simplemente sin hacer nada.

De hecho, estamos acostumbrados a vidas tan ocupadas que a veces solo necesitamos distanciarnos de cualquier actividad, permitiendo que el placer y la gratitud por la vida misma se lleven a cabo. Permitiéndonos el espacio para observar las diferentes flores, plantas y animales, el sol, las estrellas, el agua... La belleza de la naturaleza invita a la contemplación, y uno puede perder la noción del tiempo con sólo disfrutarla.

Y hay más formas en las que puede disfrutar de su tiempo aquí:

- Profundizar en tu capacidad de relajación recibiendo un masaje, realizando clases de yoga y meditación, talleres de relajación, conciertos de cuencos tibetanos…

- Aprender sobre la vida sencilla a través de talleres de panificación, elaboración de conservas, jardinería ecológica, cocina y curación con hierbas, cocina vegetariana y saludable...

- Practicar deportes acuáticos, alquilar el bote de remos o tablas de surf para remar.